Cómo saber cuándo una relación no funciona

Introducción

La relación de pareja es uno de los principales vínculos afectivos que permite la unión entre dos personas. Es importante que ambos miembros de la pareja trabajen para conseguir que ese vínculo sea sano y enriquecedor, lo que permite a su vez, que se genere una sensación de crecimiento conjunto

Es un proceso que está conformado por diferentes etapas, algunas más fáciles y otras con mayor dificultad. Es por ello, que la pareja debe formar desde un primer momento un “equipo” para poder superar de manera satisfactoria todas las situaciones desagradables que pueden aparecer a lo largo de su relación. Todo ello evitará un sufrimiento mayor en los miembros. 

Sin embargo, hay veces que las parejas no se adaptan a las diferentes etapas por las que pasa una relación de pareja. Se quedan estancados en aquellos aspectos que les fueron útiles en un primer momento, pero que después de un tiempo acaban siendo insuficientes e ineficaces para avanzar como pareja. Es ahí donde empiezan a surgir diferentes problemas

A continuación, se presentan algunas de las áreas donde aparecen los principales problemas en una relación de pareja.

Señales que muestran que algo no está funcionando

En primer lugar, es posible que la pareja sienta que no funciona su relación cuando existen problemas en alguna de estas cinco áreas

  • Área de la amistad: La amistad en una pareja es esencial para que exista un buen funcionamiento en la relación. La amistad conlleva la expresión de emociones, sentimientos, vivencias diarias, intranquilidades y deseos entre ambos miembros. Además, permite que las dos personas puedan compartir aficiones, gustos, experiencias, valores, etc. 

Cuando no existe una relación de amistad satisfactoria, es posible que también se encuentre afectada la confianza entre los miembros. Esa falta de confianza se puede ver reflejada en sentimientos de extrañeza o desconocimiento por parte de los individuos. 

  • Área de la intimidad: La intimidad en la pareja está relacionada con la sensación de pertenencia. Es decir, la sensación de ser comprendido, apoyado y de poder compartir, sobre todo tiempo de calidad con la pareja. 

Cuando la pareja no alcanza un nivel de intimidad adecuado, surgen actitudes y sentimientos negativos, como irritabilidad, sentimiento de poca valía, soledad y falta de confianza

  • “Ser equipo”: En esta área se plantea la importancia de compartir esfuerzos, responsabilidades y tareas del día a día. Ambos miembros de la pareja deben tener la sensación de ser un equipo. Esto permite evitar que se generen sentimientos de sobrecarga, cansancio y falta de apoyo e iniciativa
  • Área de la pasión y sexualidad: Esta área es la que diferencia, realmente, entre el ser amigo y el ser pareja. Al comienzo de la relación de pareja, la pasión alcanza su máximo nivel, pero, a medida que el proceso avanza, ésta empieza a disminuir. Es uno de los problemas que nos encontramos casi en todas las parejas.
  • Área del compromiso: Habla sobre la estabilidad, la visión de futuro que se tenga de la relación y de los proyectos comunes que se hayan establecido. Cuando el compromiso falla, la pareja se vuelve inestable. Empieza a fallar la confianza, la seguridad, la lealtad y aparece la incertidumbre.

Además, de estas cinco áreas hay otros aspectos que también pueden afectar en la relación de pareja. Los celos, por ejemplo, pueden generar muchos conflictos. Algunos de los sentimientos que subyacen a los celos son inseguridades, angustias, baja autoestima y dependencia. 

Las discusiones y enfrentamientos continuos también perjudican la relación, pudiendo evidenciar problemas en la comunicación de los miembros. A su vez, el continuo deseo de querer cambiar al otro forzosamente y la existencia de un constante desequilibrio entre los miembros de la pareja, puede acabar generando un gran sufrimiento y dejando la relación en riesgo. 

¿Qué hacer cuando mi relación de pareja no funciona?

Cuando una relación de pareja no funciona existen tres vías de actuación:

Se puede trabajar conjuntamente para superar las situaciones difíciles. Esta decisión debe ser tomada por ambos miembros, ya que el trabajo que se llevará a cabo en la terapia requiere el compromiso y la implicación de los dos. Por otro lado, se puede tomar la decisión de continuar con la relación sin llevar a cabo ningún tipo de cambio o sin pedir ayuda. Sin embargo, es posible que en un futuro vuelvan a surgir conflictos e inestabilidad entre los individuos. Por último, la pareja puede tomar la decisión de acabar con su relación. Para tomar cualquiera de las decisiones sería importante, poder contar con la ayuda de un profesional. Dar la oportunidad de acudir a una terapia de pareja, podría aclarar dudas sobre la mejor decisión a adoptar.

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