Las redes sociales han supuesto un espacio donde los jóvenes pueden expresar y explorar aspectos relacionados con su propia identidad. Sin embargo, cada vez son más los estudios, que muestran que la constante comparación con modelos de belleza inalcanzables, acaba afectando sobre la imagen corporal de los adolescentes.
Concretamente el algoritmo de plataformas como TikTok, Snapchat o Instagram, fomenta la interacción con contenido que, en muchas ocasiones, enfatiza cuerpos estilizados y estereotipados, generando insatisfacción y presión por encajar en estos patrones.
Además, la mayoría de las imágenes que aparecen en las redes sociales han sido retocadas a través de filtros y ediciones digitales, distorsionando aún más la percepción de la realidad.
La comparación social es considerada uno de los aspectos más preocupantes del uso de las redes sociales. Los adolescentes en pleno desarrollo de su identidad y autoestima se exponen a través de las redes a imágenes y videos de personas con vidas “perfectas”, y se comparan no solo con sus iguales, si no, con modelos, influencers y famosos de todas partes del mundo. Estas comparaciones constantes afectaran directamente sobre la autoestima, la imagen corporal, el bienestar emocional y seguridad personal de los jóvenes.
Por otro lado, los “me gusta” y comentarios se han convertido en una nueva forma de validación y aceptación externa, es decir, si consigo un número elevado de likes es que soy una persona exitosa y válida, o de lo contrario alguien con pocas interacciones puede interpretar que es poco atractivo o no lo suficientemente valioso.
Todo lo mencionado anteriormente puede tener consecuencias tanto físicas como psicológicas en los adolescentes:
- Desarrollo de trastornos de la conducta alimentaria: la insatisfacción corporal puede llevar al uso de dietas extremas, ejercicio excesivo, atracones, diuréticos, laxantes y restricciones alimentarias, aumentando el riesgo de padecer anorexia y bulimia.
- Baja autoestima: visión negativa de sí mismos, lo que afecta en la confianza a la hora de tomar decisiones, en el rendimiento académico y las relaciones interpersonales.
- Ansiedad y estrés
- Sintomatología depresiva
- Aislamiento social
- Dismorfia corporal: preocupación excesiva por un defecto corporales percibido, llevando a comportamientos compulsivos (mirarse en el espejo continuamente).
Estrategias para minimizar el impacto de las redes sociales sobre la imagen corporal:
¿Cómo Contrarrestar el Impacto Negativo?
Si bien las redes sociales pueden afectar la percepción de la imagen corporal, existen estrategias para minimizar su impacto. Padres, educadores y los propios adolescentes pueden adoptar medidas para promover una relación más saludable con la propia apariencia.
Para los adolescentes:
Cuestionar lo que ven en redes: Ser conscientes de que muchas imágenes están editadas y no reflejan la realidad.
Reducir el tiempo de exposición: Limitar el tiempo en redes sociales puede disminuir la comparación constante.
Seguir cuentas que promuevan la diversidad: Exponerse a contenido más inclusivo y realista.
Evitar aplicaciones de retoque excesivo: Aceptar la propia imagen sin modificarla artificialmente.
Para los padres:
Fomentar la conversación: Hablar con sus hijos sobre cómo se sienten respecto a su cuerpo y las redes sociales.
Dar el ejemplo: Evitar comentarios negativos sobre su propio cuerpo o el de otros.
Supervisar el contenido que consumen: Conocer qué cuentas siguen y promover un uso equilibrado de las redes.
Para los educadores:
Incluir educación digital y emocional en las escuelas: Enseñar a los estudiantes a interpretar el contenido en redes y gestionar su autoestima.
Promover una imagen corporal positiva: Incluir mensajes en el currículo que refuercen la aceptación del propio cuerpo.
Conclusión
Las redes sociales han amplificado la presión sobre la imagen corporal, especialmente en los adolescentes, quienes son más vulnerables a la comparación y la validación externa. Sin embargo, con una educación adecuada y estrategias de uso consciente, es posible minimizar estos efectos negativos y fomentar una relación más saludable con la propia imagen.
El objetivo no es demonizar las redes sociales, sino aprender a usarlas de manera crítica y equilibrada, reforzando la autoestima y promoviendo la aceptación de la diversidad corporal.